You talkin' to me?

domingo, 9 de diciembre de 2012

Amour (2012)

El hombre -escribe Nietzsche- odia la fealdad porque ve en ella la decadencia de su especie. Si cambiáramos el sustantivo fealdad por decrepitud en la frase anterior obtendríamos una línea equivalente. Pensar en la vejez hiere. Nos remite a eso que Xavier Villaurrutia llamaba nostalgia de la muerte.
Tal vez por esta razón nos resulté tan incómodo y doloroso observar las intermitencias y las inclemencias de la enfermedad en las personas viejas. Pensar en la senectud es pensar también en los achaques, en los hospitales, en la artritis, en la fealdad, en el destino, en fin, pensar en la muerte. 

Amour, la gran triunfadora del Festival de Cannes 2012 (Palme D'or) y más recientemente en los Premios de Cine Europeo (Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Actriz, Mejor Director), retrata un triste episodio del crepúsculo de la vida. Michael Haneke, el director de la también triunfadora Das Weisse Band (2009), fraguó una historia harto difícil y entrañable. De algún modo -ha declarado Haneke- es una cinta con rasgos autobiográficos. 


Una pareja de ancianos ex-profesores de música, Georges y Anne, viven solos en su apartamento en París. Anne sufre un ataque que le paraliza parte del cuerpo. La cinta gira en torno al deterioro progresivo de Anne. 


A veces es más fácil entregarse a la muerte que resignarse a vivir sin dignidad. Morir dignamente cuando ya no se puede vivir con dignidad, arguye Nietzsche. Pero los vínculos emocionales vedan el suicidio. 

Anne sabe de la imposibilidad del restablecimiento y desea morir, pero Georges, su esposo, no se lo permite. Quizá sólo el Amour hace que las personas se obstinen en luchas que ha grandes luces se ven perdidas, quizá sólo el Amour da la entereza para aliviar el dolor de un ser querido. El Amour hace sufrible una enfermedad. Sin embargo hay momentos en que la enfermedad rebasa a la vida y malogra la dignidad humana, en esos momentos el fenecimiento es la única cosa que nos vindica y que de alguna manera también nos justifica. 
Georges quiere convencer a Anne de que vale la pena seguir viviendo pero pronto se da cuenta de que contra el ocaso no se puede. Somos seres débiles.

Y Georges en un intento por dignificar los últimos y abyectos momentos de la vida y después de haber dado la prueba más fiel y dolorosa de su amor, exorna con flores el cadáver de su esposa y se marcha del apartamento... 


Michael Haneke entregó a la cinematografía uno de los largometrajes más importantes e impactantes del año y la pareja de actores compuesta por Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva nos ofreció una verdadera cátedra de actuación. Haneke sigue siendo uno de los más importantes e imprescindibles autores del cine contemporáneo.  




            
     

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