You talkin' to me?

miércoles, 25 de enero de 2012

Un mundo feliz o la sociedad sistematizada


Les utopies apparaissent comme bien plus réalisables qu’on le croyait autrefois. 
Et nous nous trouvons actuellement devant une question bien autrement angoissante:
Comment éviter leur réalisation définitive…? Les utopies sont réalisables.
La vie marche vers les utopies. Et peut-être un siècle nouveau commence-t-il,
un siècle où les intellectuels et la clase cultivée reveront aux moyens d’éviter
les utopies et de retourner à une sociéte non utopique,
moins «parfaite» et plus libre. 
NICOLAS BERDIAEFF



Aldous Huxley vislumbraba, en Brave New World, una sociedad sistematizada; y no se equivocaba al vaticinar que acaecería en aproximadamente un siglo (eso si no nos aniquilábamos primero con una guerra nuclear).  La perspicacia de su predicción estriba en la infalibilidad; nuestra sociedad es análoga a la sociedad de Huxley. La mecanización de la sociedad contemporánea es harto notable, día a día se pierden la iniciativa y la libertad individual, sustituyéndose por  las limitaciones que implican las  “correctas” reglas sociales (ley de las masas). Me refiero a la incapacidad obligada del pensamiento personal y a la fútil e irrelevante necesidad de un pensamiento generalizado.  Un engrane que racionaliza  es inservible en un engranaje “ideal”.


La hipnopedia de hoy


Vivimos en una época de neo-oscurantismo. La incipiente oscuridad está enmascarada de progreso, y con esto, todas sus implicaciones. Al parecer Huxley no contaba con las repercusiones de la televisión y las vías de difusión incultural (la radio, el internet, las falsas propagandas escritas). En ese sentido, creo que la hipnopedia se quedo algo corta. Los gobiernos contemporáneos no necesitan tener a sus ciudadanos apandados en un edificio para programarlos en el sueño, les basta con plagar los medios comunicativos de malos contenidos y falsos sentimentalismos (telenovelas, violencia, música basura, reality shows, propaganda comercial, etc.),  y todo en la comodidad de sus casas. ¿Se supone que eso te va a enseñar el buen camino de la moral y el entendimiento? Pero sería una inconveniencia promover Le Rouge et Le Noir de Stendhal, recuerden que el gobierno sólo promueve la estupidez. ¿Para que fraguar gente que les cuestione?


Destruyendo la moral


Aldous trata con acierto el tema de la moralidad futura. Habla de la poligamia como un acontecimiento totalmente correcto, e incluso, moral. Una utopía donde el sexo de, válgase la expresión, todos contra todos, es válido, y llega a ser hasta normal (recuerden que en Brave New World  se han eliminado las enfermedades y el embarazo). ¿Dónde queda el amor en todo esto? ¿O es acaso que el sentimiento más visceral del ser se ha vuelto un espejismo?, son preguntas de reflexión. He aquí lo análogo del tema, hoy día la poligamia dejó de ser un concepto negativo (excluyendo a las religiones detractoras). En estos tiempos un hombre y una mujer suelen mantener relaciones sexuales sin siquiera conocerse o estar “enamorados”. Incluso ha llegado a ser motivo de aceptación social “tirarse” al mayor número de hombres o mujeres (sin ser necesariamente una parafilia). Seres robotizados diría yo, carentes de sentimientos. La moralidad es relativa al contexto. Únicamente una sociedad en decadencia asume como moral lo impúdico.


De la esclavitud y la felicidad


¿Creen que se necesitan cadenas para esclavizar?  Existe un yugo en apariencia inofensivo: el consumismo. Es el más terrible de los males actuales. Huxley presenta al hombre de Brave New World como un ente consumista por excelencia, “no hay que remendar, hay que comprar”, es uno de los tratados de la hipnopedia (palabras más, palabras menos). Vivimos en una realidad en donde no importa lo espiritual sino lo material. La persona es mejor persona por tener un lamborghini. De eso va lo que desgraciadamente somos: un montón de animales vacuos y frívolos, menesterosos de una personalidad profunda. Cuántos de ustedes no se la pasan esperando el lanzamiento de un producto nuevo para comprarlo, ¿o miento? También yo, hace algunos ayeres, me preocupaba por qué marca de zapatos era mejor. Y ¿para qué?, de igual manera a la larga se desgastarían. Se trata mas bien, de cuanto dinero eres capaz de malgastar en un prosaico e inútil capricho.


“El dinero no compra la felicidad”, ¿en serio se la creen?, no se autoengañen, si no es el dinero son los productos que obtienen de él, felicidad embustera por supuesto, porque posiblemente muchos no conozcan la otra felicidad, la que se obtiene del espíritu (algunos ni siquiera vivirán para sentirla). Todos estamos condicionados al consumismo como seres materialistas que somos. Afortunadamente unos pocos nos hemos zafado de sus garras. ¿Soy pobre? Definitivamente.


Para los gobiernos la esclavitud significa estabilidad social.


Átalos. Lávales el cerebro y serán completamente funcionales. Distráelos de la reflexión con videojuegos, televisión y ritmos musicales repetitivos. Así no mejorarán sus capacidades cognitivas. No razonarán. Y si no razonan son marionetas. Nosotros movemos los hilos y ellos bailan a nuestra voluntad. Ellos, los de abajo, son la prole, son una simple tuerca en el sistema, un tornillo, un engrane. Si se desgasta lo cambiamos, no hay problema. No conocen la dignidad ni el sentido común. Nosotros les ofrecemos la felicidad y ellos la aceptan. Ni siquiera se preocupan por las condiciones que conlleva. Son ínfimos puntos en el piso, sin alma, sin sueños, sin raciocinio, sin libertad. Son felices. Son esclavos.


El gran merito de las sociedades es lograr que las personas amen su servidumbre y sean felices con ello.


¿Ser o no ser feliz?


Un mundo feliz implica intrínsecamente la estupidez, la esclavitud, el conformismo, la insensatez y la renuncia a los sentimientos (o al menos es lo que Aldous Huxley nos da a entender).  La utopía a final de cuentas no parece tan utópica, está aquí, cernida sobre nuestros hombros. Pero lo malo es que hay demasiados deltas y pocos alfas.


Nietzsche aduce que la felicidad es sinónimo de conformismo.
¿Qué parece más sensato, ser feliz por la ignorancia o ser feliz por la pugna, aunque esto represente la posibilidad de no alcanzarla? Al menos yo en particular no podría ser feliz por las vías de la idiotez y el servicio, ¿y ustedes?

Me pueden adjetivar o atribuir epítetos de está índole: amargado, misántropo, egoísta, megalómano, infeliz, desgraciado, ególatra, insensato, etc., pero lo que no me pueden reprochar es mi inconformismo.

Notas:
- "Brave New World" (Un mundo feliz) de Aldous Huxley. Varios de los comentarios anteriores están basados en la ideología de esta obra.
- "Le Rouge et Le Noir" (Rojo y Negro) de Stendhal. He empezado la obra, pero debido a su carácter ampuloso, la leo entre lapsos.
- El comentario forja democracia y es clave para el correcto entendimiento. Has presente el tuyo si estás a favor o en contra de las ideas vertidas anteriormente.

Alexis Uqbar