La vida no es la que uno vivió,
sino la que uno recuerda y
cómo la recuerda para contarla.
Gabriel García Márquez
El epígrafe que precede esta nota es la frase inaugural del largometraje Días de Gracia producida y dirigida por Leopoldo y Everardo Gout. Días de Gracia es un filme dramático que refleja la arraigada situación criminal de México y que, desde una perspectiva analítico-reflexiva, nos relata tres historias simultáneas a tres diferentes mundiales de fútbol (2002, 2006, 2010). El argumento principal: el secuestro. Tres secuestros, tres mundiales, tres historias, todas hiladas por un motivo, una redención, una ilusión. Un oficial de policía heráldico. La disyuntiva de un joven cómplice de un secuestro. La pasión por sobre la infidelidad. Dolor, muerte, desesperación, demencia, desesperanza, frustración, resignación. Son emociones constantes a lo largo del filme, todas manejadas con sutileza nimia, sublimadas por actuaciones espectaculares. Tenoch Huerta (Esparza), pasó cinco meses en la academia de policías para interpretar con magnanimidad su papel de judicial. Carlos Bardem (víctima x), renunció a su ego de actor ya que no mostró su rostro en casi toda la película, además de adaptarse al acento mexicano (es español) para convertirse en una víctima y el narrador de la historia. Kristyan Ferrer (Doroteo), joven promesa de la actuación mexicana, interpreta fielmente las emociones e ilusiones de un muchacho amante del fútbol y el boxeo, cómplice de un secuestro.
No quisiera entrar en detalles de producción porque en general cada aspecto de ésta está muy bien manejado, muy bien definido, muy bien producido. Los valores de producción son altísimos. De igual manera no quiero tocar detalles de la trama para no echarles a perder las ganas de verla y conjeturarla por su cuenta. Es una grandísima producción, una gran historia bifurcada en tres tiempos disímiles. No apartarás la mirada de la pantalla durante las dos horas once que dura. Por algo es selección oficial del Festival de Cannes. Magnífico debut de Everardo Gout en el ámbito cinematográfico.
“A veces vives y la cuentas, a veces, no.”
