You talkin' to me?

domingo, 20 de enero de 2013

Django Unchained (2012)


Divertida. Subversiva. Inteligente. Violenta. Espectacular. Genial. Estridente. Deslumbrante. Sobrepasada. Hilarante. Original. Etc., etc., etc. Son algunos de los adjetivos que han acompañado para bien la filmografía de uno de los directores más polémicos y admirados de Hollywood: Quentin Tarantino. Desde Reservoir Dogs hasta Django Unchained, Tarantino ha demostrado que es uno de los cineastas más rentables del mundo. Su cinematografía, fácilmente identificable por su estética de la violencia, subvierte por completo cualquier convencionalismo hollywoodense. 

Quentin Tarantino nos hace reír con cosas que comúnmente no causan risa; tiene una visión jocosa de la muerte y de la sangre. El manejo de la ironía, quizás su mayor virtud, sublima una por una cada frase que sale de la boca de sus personajes, los cuales, por cierto, son todos inconcebibles, carismáticos y de una psicología extraordinaria. 

Dos años antes de la Guerra de Secesión, un dentista y cazarecompensas alemán, King Schultz (Waltz), libera a Django (Foxx), un esclavo negro, de manos de una pareja de traficantes. La condición para su liberación es que lo ayude a encontrar a tres hermanos esclavistas acusados de asesinato y buscados por la ley. Una especie de anómala amistad surge entre Django y el Dr. Schultz y terminan siendo socios cazarecompensas. Schultz descubre que Django está casado y que su esposa trabaja en la plantación de Calvin Candie (DiCaprio), sádico hombre acostumbrado a la barbarie. La segunda parte de la cinta -a mi parecer la más intensa- gira en torno al rescate de la esposa de Django. Todo esto bien aderezado con una dotación extragrande de sangre, balas y explosiones. 

Si algo caracteriza a Tarantino es que no se echa para atrás ante ningún proyecto, tema o circunstancia. Es decididamente sarcástico. Hablar de la esclavitud norteamericana no lo arredró, aun siendo un oscuro y recóndito episodio en la historia de los Estados Unidos. Más meritorio es tratar ese episodio como sólo lo sabe hacer la retorcida y lúcida mente de Tarantino; con harta sangre. ¿Es un trabajo polémico? Indudablemente. La película tiene un tratamiento irónico y humorístico, y cabe recalcar una notable evolución en el lenguaje cinematográfico del director: la irremediable madurez. Ya Inglorious Basterds (2009) nos dejo entrever ese tenue pero agradable vuelco en su lenguaje. En Django Unchained fragua esa experiencia. Ahora no únicamente es un mosaico de escenas divertidas; es un mosaico de escenas divertidas e intensas.

Es cierto que la película posee secuencias apenas tolerables (unos perros devorando a un esclavo, un peleador esclavo dejando ciego con sus manos a otro peleador), pero los caminos del arte son inescrutables. Y en Quentin, son la vía para contar una historia. Además, escenas más fuertes se han visto ya en el cine.  

Es bien sabido que el papel principal de Django Unchained estaba estimado para Will Smith pero -y gracias al dios del cine- fue conmutado a Jamie Foxx, quien resultó ser un excelente Django; protagónico que, como lo veo, le hubiera quedado grande al carismático pero histriónicamente limitado Will Smith. 

Christoph Waltz es un genio. La gran actuación de DiCaprio, como el sanguinario Calvin Candie, ya no sorprende a nadie; es uno de los mejores actores de Hollywood. Samuel L. Jackson cumple perfectamente con su papel de esclavo privilegiado. Fotografía altamente estilizada y banda sonora inteligente que mezcla la música típica del western, el soul y el rap. Película completísima. 

Quentin Tarantino ejecutó uno de los mejores (o al menos más entretenidos) filmes de su carrera. 




        

domingo, 13 de enero de 2013

The Tree of Life (2011)

Es Igdrasil, el Árbol de la vida. Es el pasado, el presente y el porvenir, 
lo que se hizo, hace y hará, la infinita conjugación del verbo Hacer.
CARLYLE, De los Héroes, Primera conferencia

La Naturaleza es el símbolo del espíritu.
EMERSON, Naturaleza


Para el nórdico antiguo, el universo estaba representado por un vasto (si no infinto) árbol en cuyo ramaje se depositaban el pasado, el presente y el porvenir; los nueve mundos. Igdrasil, árbol de la vida, símbolo de la eternidad. Ya el viking entendía la conexión de la naturaleza con el hombre y su relevancia en cualquier ámbito de la existencia. 
No hay mayor signo poético que un árbol generador de la vida. 

Dios, la ubicuidad, se nos aparece en forma de estrellas, de montañas, de llanuras, de bestias, de mares, de arenas infinitas y de selvas inextricables. Lo sentimos en el crepúsculo: el viento, lo contemplamos en la aurora: el sol. La naturaleza es uno de los atributos de Dios, o mejor dicho, es Dios. Cada partícula de polvo, cada célula del hombre, cada minucia que compone el infatigable universo, es, inexorablemente, fracción de Dios. 

Terrence Malick estudió filosofía. Y se nota. Los argumentos filosóficos componen su frugal filmografía. Ralph Waldo Emerson bien pudo haber escrito el guión de The Tree of Life. Si Tarkovski es el poeta del cine, Malick es el filósofo. 

La creación es el concepto esencial de El árbol de la vida. La nobleza de Malick nos iguala a los astros o al reptil extinto. Somos parte del universo, es la idea que Malick trata de transmitirnos; la vida nos rebasa, está allá afuera y no la percibimos, nos obstinamos en el Yo. Buscamos la respuesta en un dios con rostro de hombre y no en la perfección de una nervadura o de una gota de agua. Natura nihil facit frustra.*

El arte no se crea para entenderlo, se crea para interpretarlo. Acaso yo no veo la búsqueda de Dios a través del cristianismo como sí la veo a través del panteísmo. Doctrina del conjunto y la unicidad. Si no, ¿por qué Malick habría representado el pasado coram homine** y el porvenir?

Una vida es todas las vidas, una muerte es todas las muertes. No hay cosa, por ínfima que sea, que no nos remita al universo. Todo hombre que sufre una desgracia es el mismo hombre. 

Todo en Malick es símbolo. La belleza de las secuencias, la historia trágica que se interpola con la historia del infinito; la historia de la eternidad. La muerte de un ser querido y su reencuentro. Todo cabe en Dios, muerte y resurrección, perfidia y redención. 

Lubezki, Pitt, Chastain, Penn, Desplat, son algunos de los nombres que dan forma a esta hermosa obra. Pero acaso los grandes protagonistas del film son el tiempo y la naturaleza.   




     
*La naturaleza no hace nada en vano.
**Antes del hombre.    

jueves, 10 de enero de 2013

Top films 2012


[Esta lista apareció en mi otro blog (Plenilunio funesto), pero se me había pasado incluirla en éste.]

Al igual que la literatura, el cine me ha forjado una vida más sufrible. A continuación ensayo una lista de diez films que a mi consideración son los mejores del año 2012 (en la lista aparecen tres películas estrenadas en el 2011 pero que llegaron a salas mexicanas este año; he descartado igualmente tres cintas de este año: The Master (Paul Thomas Anderson), Tabu (Miguel Gomes) y Beasts of the Southern Wild (Benh Zeitlin); no las he visto):

1.- Jagten (Thomas Vinterberg, 2012)
2.- Amour (Michael Haneke, 2012)
3.- Post Tenebras Lux (Carlos Reygadas, 2012)
4.- Holy Motors (Leos Carax, 2012)
5.- Melancholia (Lars Von Trier, 2011)
6.- Drive (Nicolas Winding Refn, 2011)
7.- Moonrise Kingdom (Wes Anderson, 2012)
8.- De Rouille et d'Os (Jaques Audiard, 2012)
9.- Detachment (Tony Kaye, 2011)
10.- Después de Lucía (Michel Franco, 2012)